Ordenanza para solucionar el déficit hídrico

En el Salón Verde del Deliberante neuquino se realizó una charla explicativa de la Ordenanza sobre Ahorro y Reciclado de Agua. La exposición contó con una introducción a cargo del concejal Sebastián Gamarra, de Propuesta Ciudadana, impulsor de la iniciativa, y la disertación del presidente del Colegio de Arquitectos, Diego López de Murillas, junto al arquitecto Marcos Moreira.

La ordenanza, que recientemente tomó vigencia, reglamenta el tratamiento de ahorro de agua y de efluentes cloacales en la Ciudad de Neuquén. La finalidad de esta normativa es incentivar el ahorro eficiente y el uso racional del recurso mediante la incorporación de instalaciones y mecanismos de ahorro en los edificios y otras construcciones.

Sobre esto Gamarra explicó, “es una alternativa para solucionar el déficit hídrico y de redes cloacales que tiene la Ciudad de Neuquén. Lo planteamos como un régimen opcional porque el estado todavía está en falta: hay que construir redes, reemplazar infraestructura obsoleta, elaborar un contrato de concesión de abastecimiento de agua, que al día de la fecha no tenemos”.

Por su parte, el arquitecto Moreira manifestó que la normativa nació ante la demanda demográfica de la ciudad y las dificultades que eso genera. “Los reglamentos de edificación son antiguos para el Neuquén actual, era necesario un reajuste de las instalaciones sanitarias. Es importante tener medido el consumo, estamos acostumbrados a regar o lavar el auto con agua potable cuando no es necesario”, y agregó, “generamos un alto costo a la ciudad porque solo necesitamos un 10% del total de agua potable que ingresa a los hogares”.

La ordenanza también tuvo el visto bueno del Presidente del Colegio de Arquitectos, Diego López de Murillas, quien felicitó al concejal y su equipo por la elaboración del proyecto. “Celebramos este tipo de ordenanzas. El buen uso del recurso es una obviedad pero aun así no cumplimos. Es importante que empecemos a legislar anticipándonos a la emergencia hídrica”.

Finalizando la conferencia, López de Murillas sentenció, “el agua es el recurso más abundante y el peor administrado. Hay que prender la luz de alarma, son necesarias este tipo de normas. Hoy no me atrevo a decirle a mi hijo que tome agua del río como lo hacía yo en mi infancia. Ojala nunca hablemos de un `Limaychuelo´”

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