AMMAR a favor de regular el «trabajo sexual autónomo»

Representantes de AMMAR expusieron ante diputados el proyecto de regulación del Trabajo Sexual Autónomo
Su presidenta a nivel nacional, Georgina Orellano, estuvo acompañada por la referente local Teresa Godoy, en el comienzo del tratamiento de la iniciativa presentada por la organización. El presidente del cuerpo, Damián Canuto, se comprometió a “avanzar escuchando el abanico más diverso de opiniones, pero siempre en el marco de los derechos civiles”.


Legisladores provinciales integrantes de la comisión de Legislación del Trabajo y Asuntos Laborales recibieron a representantes de la Asociación de Mujeres Meretrices de la Argentina (AMMAR) para comenzar con el tratamiento del proyecto presentado por la organización para regular el trabajo sexual autónomo en territorio neuquino.

Expusieron ante los diputados la presidenta de AMMAR a nivel nacional, Georgina Orellano, la referente local, Teresa Godoy, y el director de Diversidad de la provincia, Adrián Urrutia, entre otros integrantes de la asociación.

Orellano explicó que el objetivo de la iniciativa es que se termine con la «situación de clandestinidad y que las trabajadoras sexuales puedan ejercer los derechos y obligaciones de cualquier trabajador registrado, como acceder a una obra social, hacer aportes destinados a la jubilación y contar con certificaciones de ingresos» que les permitan acceder a créditos y les facilite el derecho a la vivienda, entre otros.

En el plano propositivo, se manifestaron por la creación de una Secretaría Provincial de Protección al Trabajo Sexual Autónomo, con participación de representantes de las áreas de Trabajo, Seguridad, Salud y Gobierno, la inscripción de la actividad en el régimen de Monotributo y de Rentas provincial, y el cumplimiento de requisitos sanitarios y médicos mediante un carnet habilitante.

La presidenta de la entidad recordó que actualmente la actividad no está tipificada como delito, pero al no estar permitida quienes la ejercen están en situación de clandestinidad y a merced de apremios y abusos policiales. “La ley nacional contra la Trata, sancionada en 2012, no diferencia el acto voluntario del acto contra con la propia voluntad. El problema de la trata no somos nosotros, sino la corrupción y la complicidad política”, dijo.

Por ello, pretenden que en la discusión se las convoque y distinga como “un sector integrado por sujetos políticos que tiene voz propia y puede decidir sobre su propio cuerpo”. “Sabemos que esto genera debates y conflictos hacia el interior del movimiento feminista y existen muchas posiciones encontradas. Nuestro objetivo es que podamos tener derechos laborales y humanos tutelados por el Estado como en cualquier otro trabajo”, expresó la presidenta de AMMAR.

 

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