La alfalfa protagonista de la nueva etapa productiva en Río Negro

Este crecimiento responde a una combinación virtuosa de condiciones agroclimáticas excepcionales para el crecimiento y secado al sol de la alfalfa, disponibilidad de agua de riego y una fuerte incorporación de tecnología. La provincia cuenta con suelos profundos, bien aireados y de excelente estructura, sumados al aprovechamiento del río Negro como fuente hídrica y a la expansión de los pivotes centrales de riego y la nivelación láser en sistemas de riego tradicional que transformaron tierras ganaderas de secano en unidades agrícolas de alto rendimiento.

Según el Secretario de Agricultura, Lucio Reinoso, “la alfalfa es un ejemplo de cómo Río Negro puede generar valor agregado, empleo y desarrollo territorial a partir de sus recursos naturales. Estamos ante un cultivo que combina innovación, sustentabilidad y visión exportadora”.

Los resultados son elocuentes: Río Negro representa cerca del 20% de las exportaciones nacionales de alfalfa, con destino principal en Medio Oriente y China, donde se demanda materia seca y megafardos de calidad premium. El precio en destino oscila entre US$350 y US$440 por tonelada, lo que permite compensar los altos costos logísticos de exportación.

Empresas como Agrónica SA (Nafosa), instalada en Colonia Josefa, se convirtieron en actores clave del proceso: producen y compran alfalfa a productores rionegrinos para abastecer su planta de procesamiento en Bahía Blanca. En su establecimiento Fortín Copahue, con 1.300 hectáreas bajo riego, alcanzan rendimientos de hasta 18.000 kilos de materia seca por hectárea, con estándares de proteína del 20 al 22%.

“El desafío —explica Reinoso— es consolidar este avance con infraestructura hídrica y energía eléctrica que acompañen el crecimiento del riego. Desde el Ministerio trabajamos en proyectos como el de desarrollo hidráulico de Colonia Josefa, que en su primera etapa permitirá regar 17.000 hectáreas sobre un total potencial de 37.000. También la electrificación de zonas como negro Muerto y Guardia Mitre sumará unas 25.000 en la primera etapa. Es una inversión estratégica para seguir ampliando la frontera productiva de Río Negro. ”.

Además de su valor exportador, la alfalfa cumple un rol esencial en la rotación con cultivos como maíz,cebolla, cebada, girasol y avena, optimizando el uso del suelo y los recursos hídricos. Su integración a los sistemas ganaderos permite producir forrajes de alta calidad y avanzar en la recría de terneros bajo esquemas de capitalización y suplementacion para el ganoso ovino de la región sur, fortaleciendo la economía regional.

Un aspecto importante de este cultivos es la complementación de las distintas regiones, en este caso los valles irrigados, que permiten producir alfalfa de alta calidad de manera eficiente y enviarlos a la Región Sur ante las inclemencias climáticas durante la época invernal.

La Provincia cuenta hoy con más de 700 productores involucrados en esta cadena, que combina tecnología, conocimiento y trabajo local. En un contexto global que exige eficiencia, trazabilidad y sustentabilidad, la alfalfa rionegrina se proyecta como símbolo de una nueva matriz productiva diversificada, capaz de unir tradición agropecuaria con innovación y apertura internacional. Con su potencial de expansión, su demanda creciente y su aporte al equilibrio productivo de la región, la alfalfa se consolida como un cultivo con proyección sin techo en el desarrollo agropecuario de Río Negro.

 

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