Felipe volvió a casa: el trasplante de corazón que unió dos familias neuquinas y devolvió la vida
El trasplante de corazón de Felipe, un niño de Neuquén, se convirtió en un hecho histórico en Argentina, al ser la primera vez que se realizó un trasplante pediátrico utilizando donación de necesidad controlada en el país. Tras nueve meses internado en el Hospital Italiano, el menor recibió el alta y volvió a su hogar junto a su familia, integrada por su hermano Mateo, su padre Juan y su madre Pamela.
Una familia feliz tras la operación
En diálogo con la prensa, Pamela, madre de Felipe, contó:
“Hola, buen día, cómo están? Sí, tal cual, en realidad él no me deja ni hacer una sombra, quedé todo el día UPA, pero bueno, cómo no hacérselas y bueno, tanto tiempo estábamos, este 23 se cumplía un año de internación. Pudimos salir antes, pudimos salir juntos los cuatro, así que nada, lo tengo todo el día UPA, el tiempo que quiera.”
Un trasplante único en Argentina
Sobre la operación, Pamela explicó:
“Nunca se había hecho en Argentina y Latinoamérica, se usaba en Australia y en España, es la donación de necesidad controlada, es decir, con parada cardíaca. Es la primera vez que se hace en Argentina con un corazón pediátrico. También conocíamos a su donante, compartimos habitación en el hospital italiano y vivimos todo el proceso juntos, juntas las dos familias.”
La historia del donante y la conexión de las familias
El donante, un niño llamado Luca Ferragut, había recibido previamente un hígado. Pamela relató:
“Él había recibido un hígado en noviembre, nos conocimos en la sala, luego en la habitación, también son de Neuquén, su familia es de Cutral Có y Plaza Huincul, nosotros somos de Neuquén Capital. Más casualidades dentro de toda la historia.”
Un momento cargado de emociones
El proceso fue intenso, marcado por el contraste entre la despedida de la familia del donante y la esperanza de la familia de Felipe. Según Pamela:
“Se vivió con mucho dolor el momento en que nos trasladaban a los dos con minutos de diferencia al quirófano, para despedir a Luca y para que Felipe recibiera su oportunidad. Él llevaba seis meses conectado a un corazón artificial, era lo único que lo mantenía con vida.”
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Fe y fortaleza en la recuperación
Pamela destacó la importancia de la fe y la fuerza del niño durante todo el proceso:
“Yo siempre creí en Dios, siempre supe que su oportunidad iba a llegar y él siempre demostró que tenía mucha fuerza. Para el Día de la Madre, exactamente hace un año, Felipe comenzó todo este proceso y hoy lo tenemos en casa, sano y feliz.”